sábado, 2 de abril de 2011

Nazgûl





La esclavitud de los Úlairi aumentó sus ya considerables talentos. Cada uno recibió uno de los Nueve Anillos del Poder forjados por Sauron, como "Annatar"el Señor de los Dones, y los herreros elfos de Ost-in-Edhil en Eregion, entre los años 1500 y 1580 de la Segunda Edad (S.E.)

Los anillos, recogidos por el Señor Oscuro en 1697 S.E. durante la guerra contra los elfos, conservaban la fuerza permanente imbuida por Celebrimbor el Herrero y sus asombrosamente dotados compañeros; sin embargo, también llevaban la huella del mal irrevocable imbuido por Sauron. Contenían una magia tremenda, pero permanecieron atados para siempre al Anillo Unico Gobemante que el Señor Oscuro había forjado en secreto en los fuegos del Orodruin, el Monte del Destino, entre 1580 y 1600 S.E.

Cuando cada uno de los Nueve recibió un anillo de Gorthaur en los años cercanos al 2000 S.E., sellaron un atroz pacto con el Señor de los Anillos. A cambio del poder hechicérico que contenían aquellas joyas encantadas y a la inmortalidad conferida por Sauron y su Anillo Único, aquellos codiciosos humanos quedaban esclavizados por el Señor Oscuro. Cuando comenzaron a llevar los Anillos, fueron evolucionando gradualmente hasta convertirse en Nazgûl, criaturas que existían en el umbral entre este mundo y el reino de las sombras. Resistiéndose a la muerte, aunque incapaces de morir, los Nazgûl se aferraron a la vida.

Esta inmortalidad conllevaba muchas cargas. Desafortunadamente para los nueve, entregaron sus espíritus y sus almas libres al Maligno, y su misma existencia quedó unida a su destino y al destino del Anillo Gobemante. Su hambre de riquezas y dominio les condujo a la esclavitud. Peor aún, dejó a los Espectros del Anillo en un estado no muerto por el cual no podían estar nunca completamente dentro de Arda. Sauron se convirtió en su único centro de existencia en este mundo, y su ser físico alterado y siempre moribundo les robó los placeres de la vida verdadera. En su cormpción, los Nueve se condenaron a un interminable infiemo y a un incesante dolor.






La primera vez que fue visto un Nazgûl fue en 2251 S.E. Desde ese momento, los Espectros del Anillo persiguieron de forma activa varias misiones en favor de su amo.

El primer periodo de estas operaciones (2251-3261 S.E.) consistió en la subyugación de los reinos en y alrededor de sus regiones natales, lo que proporcionó a Sauron un imperio desunido pero de largo alcance. Esperaban conquistar toda la Tierra Media, pero los objetivos del Señor Oscuro entraron en conflicto con los de los Dúnedain de Númenor.

La proclamación de Ar-Pharazôn como poseedor del cargo de señor de todos los hombres demostró ser una amenaza militar demasiado grande, y la sumisión del Señor de los Anillos en 3262 S.E. acabó con el avance inicial de la Sombra que habían llevado a cabo los Espectros del Anillo. Los Úlairi se retiraron y permanecieron ocultos mientras el Señor Oscuro permanecía prisionero, corrompiendo desde dentro y propiciando la caída de los Dúnedain, en la isla de Númenor.

Naturalmente, el Maligno se giró contra su captores y explotó su codicia, como había hecho con los hombres que se habían convertido en los Nueve. Númenor sucumbio en la Caída de 3319 y los Nazgûl resurgieron en Mordor para reconstruir el algo desmembrado dominio de Sauron. Cuando El Señor de los Anillos se recuperó de la destrucción de su fana (el fana es la forma física que adoptan los espíritus como los Valar o los Maiar, y Sauron fue un maia.) provocada gracias a la destrucción del Oesternesse, volvieron a luchar.

Desde 3429 hasta 3441 S.E., los Espectros del Anillo capitanearon los ejércitos de Mordor en la lucha contra la Ultima Alianza de Elfos y Humanos. La derrota de Sauron en esta guerra tuvo como resultado la pérdida del Anillo Único y el final de la Segunda Edad. El espíritu del Maligno, que permanecía parcialmente imbuido en el Anillo Gobemante que creó con su propia esencia, salió de Arda y se sumergió en las sombras. Los Úlairi le siguieron, pues su foco había desaparecido.






El Señor de los Anillos necesitó mil años para recuperar su fuerza y volver a entrar en la Tierra Media, y pasaron otros cincuenta años antes de que sus Nueve Sirvientes respondieran a sus llamadas. Sin embargo, en 1050 de la Tercera Edad (T. E.), los Espectros del Anillo despertaron de nuevo. No obstante, y desde ese momento, Sauron vivió en Endor (inicialmente en la fortaleza que construyó en Dol Guldur, en la parte sur del Bosque Negro, en Rhovanion) separado de su Anillo Único, y por ello siguió conservando los Nueve Anillos. Este hecho le permitió dominar a sus nazgúl desde lejos y proyectar su fuerza a través de su presencia.

Tras su retomo, los Espectros del Anillo volvieron a embarcarse en esfuerzos para coaccionar y conquistar a los hombres, pero su fuerza se hallaba medrada por la ausencia del Anillo Gobemante. Como Sauron, actuaban lentamente, viajando cada uno a su región de nacimiento con la esperanza de resucitar el Reino de la Oscuridad.

La fundación por parte del Rey Brujo del reino de Angmar en 1300 T.E., y sus subsiguientes guerras contra el Reino Norte de Arnor y sus estados sucesores (Arthedain, Cardolan y Rhudaur) entre los años 1300 y 1974 T.E., fue la más notables de estas misiones, aunque hubo otras que tuvieron lugar en otros puntos de la Tierra Media.

Ocho de los Nueve volvieron a la Tierra Negra en 1640 T.E. y comenzaron a preparar el reino protegido para el regreso del Señor Oscuro. El Rey Brujo se les unió tras el hundimiento del último reino Dúnedain superviviente (Arthedain) en el Norte y la derrota y abandono de Angmar al año siguiente (1975 T.E.). Veinticinco años más tarde, los reunidos Nazgûl sorprendieron al Reino Sur de Gondor al atacar Minas Ithil. Se apoderaron de la ciudad fortaleza en 2002 TE., y el Capitán de los Nueve la adoptó como su ciudadela.

Los nueve siglos que siguieron a la caída de Minas Ithil ,que desde entonces fue llamada Minas Morgul, constituyeron otro período durante el cual los Espectros del Anillo se involucraron en conflictos a través de todo el este y el sur de Endor. El mismo Sauron fue hacia el este durante la Paz Vigilada de 2063-2460 T.E. y ayudó a sus enviados, aunque volvió a Dol Guldur antes de que las conquistas concluyeran. Dichas conquistas hicieron que la extensión de la Sombra creciera, pues los Úlairi unieron a muchas naciones bajo la Sombra antes de que el Maligno saliera de su escondrijo en Dol Guldur, volviera a entrar en Mordor y se reproclamase Rey de los Hombres (2941 T.E.).

La desafiante reaparición de Sauron en la Tierra Negra marcó el inicio de los últimos años de la Tercera Edad. La guerra acechaba mientras comenzaban en Mordor los trabajos para reconstruir la Torre Oscura de Barad-dûr. El mismo año (2951 T.E.), tres Nazgûl partieron hacia el norte y volvieron a abrir Dol Guldur con la intención de aplastar alos pueblos élficos de Lórien y el Bosque Negro. Sesenta y siete años más tarde se inició la lucha en Ithilien y Rhovanion, y así comenzó la Guerra del Anillo.






Inicialmente, el Señor Oscuro utilizó a los Nueve para comprobar la fuerza de sus oponentes y para apartar sus mentes del tesoro que tanto ansiaba; sin embargo, en el verano de 3018 T. E., envió a los Nazgûl en busca del Anillo Unico.

Viajando a caballo como los Jinetes Negros, los Úlairi peinaron el Valle del Anduin, cabalgaron a través de Rohan y entraron en Eriador. Tres de ellos fueron a la Comarca, conocida en su lengua como Sûza, mientras los otros viajaban a la gran encrucijada de Bree. Los hobbits los eludieron milagrosamente mientras viajaban hacia el este con el Anillo, pero en la Cima de los Vientos, el Rey Brujo y cinco más de los Espectros del Anillo estuvieron a punto de acabar con su viaje.

Sin embargo, volvieron a fallar, y los hobbits iniciaron la carrera final hacia el refugio élfico de Rivendel. Los Nueve volvieron a rozar el éxito cuando interceptaron a Frodo menos de dos semanas después, pero la magia de Elrond les atrapó en una crecida encantada del Bruinen, matando a sus monturas e hiriendo a los Nueve.

A los Nazgûl les costó algún tiempo recuperarse, y tras su derrota en el Vado del Bruinen se mostraron montados en bestias malignas que surcaban los cielos. Buscando de forma intermitente e infructuosa durante finales del año 3018 T.E. y principios del 3019, volvieron a sus tareas bélicas.

El Rey Brujo capitaneó el enorme ejército de dos alas que atacó Minas Tirith, mientras que los Espectros del Anillo de Dol Guldur comandaron los dos ejércitos de orcos del Señor Oscuro en el norte. Ninguno de los dos ataques tuvo éxito como había sido planeado, y el Rey Brujo murió alcanzado por las espadas de Éowyn y Merry en la Batalla de los Campos del Pelennor.

Los restantes ocho Nazgûl huyeron a Barad-dûr tras sus derrotas y prepararon el clímax de la guerra.
Cuando el ejército de los Pueblos Libres chocó contra el principal contingente de Sauron en la épica lucha de Morannon frente a las puertas de la Tierra Negra de Mordor, los Jinetes Malignos montaron sus criaturas volantes por última vez y combatieron contra las Grandes Aguilas en el cielo, por encima del castigado campo de batalla.

Aunque ninguna de las dos facciones triunfó en la batalla aérea, el Señor Oscuro ordenó a los Nazgûl que se retiraran y fueran hacia el sur, pues el destino de Mordor estaba atado al Anillo que los hobbits llevaban en su ascenso al Monte del Destino. Sin embargo, una vez más los Espectros del Anillo fallaron en su cometido, pues con la destrucción del Anillo Gobemante, los Úlairi perecieron, al igual que lo hizo su Señor y desaparecieron para siempre y de una vez por todas de la faz de la Tierra Media.


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