Moria, el “pozo oscuro”, nombre algo despectivo, pues para sus habitantes siempre será Khazad-dûm (la “mansión de los Enanos”), es el más importante de los recintos de los Enanos, mansión y hogar del Pueblo de Durin, excavado por Durin I a principios de la Primera Edad en las cuevas que daban a Azanulbizar, el Valle del Arroyo Sombrío. La tumba del Primero de los Padres Enanos se encuentra en Khazad-dûm, y su pueblo vivió allí mucho tiempo. Todos los reyes de Khazad-dûm, excepto Balin, también lo fueron del Pueblo de Durin.
Durante la Primera Edad, Khazad-dûm fue un reino distante para la mayoría de los enanos, que moraban en Beleriand; pero al principio de la Segunda Edad, en el año 40, y como consecuencia de la ruina de Belegost y Nogrod, muchos enanos emigraron hacia las Minas, procedentes de Ered Luin.
Se descubrieron en Khazad-dûm vetas del metal más preciado por los enanos: el mithril o plata verdadera, cosa que provocó, en parte, que los elfos noldorin supervivientes del desastre emigraran también a la misma región. Habían construido su ciudad de Ost-in-Edhil en el país de Eregion, al oeste de Khazad-dûm, y pronto empezó una amistad entre ambos pueblos.
Durin III recibió no mucho después en Khazad-dûm el que se cree que fue el Primer Anillo de los Siete que fueron entregados a los Enanos, no se sabe a ciencia cierta si por Sauron o por los herreros élficos. Cuando los elfos se dieron cuenta del engaño, empezó una guerra entre el Señor Oscuro y Eregion, en la cual al parecer los enanos del pueblo de Durin ayudaron a los elfos. Sin embargo, Sauron arrasó Eregion en 1697 de la Segunda Edad y las Puertas de Khazad-dûm se cerraron, salvando la vida a los Enanos que allí moraban. Durante el resto de la Segunda Edad, Khazad-dûm fue un baluarte que Sauron no osó conquistar, y dejó tranquila la región.
En el año 1300 de la Tercera Edad, los Orcos se multiplicaron en las Montañas Nubladas, junto con el resurgimiento de su Señor, e incluso osaron atacar a los enanos, sin muchos resultados.
Pero los enanos, afamados en su búsqueda de mithril cavaron muy hondo siguiendo una ruta hacia el norte, y en 1980 de la Tercera Edad despertaron al ser que dormía bajo el Cuerno de Plata y que sería su perdición: un Balrog de Morgoth, posteriormente llamado el Daño de Durin, pues mató a Durin VI y a su hijo, y a todos quienes osaron plantarle cara. Ello provocó el abandono de Khazad-dûm un año más tarde.
Llamada a partir de entonces Moria, la morada de los Enanos quedó desierta hasta que Sauron empezó a poblarla de orcos hacia 2480 de la Tercera Edad.
En 2790 de la Tercera Edad, Thrór ya viejo vuelve a Moria, quizá soñando glorias pasadas, y es muerto por Azog el Orco. Ello provoca el inicio de la larga y cruenta guerra de los Enanos y los Orcos, que terminó junto las puertas orientales de Moria en la Batalla de Azanulbizar, el 2799, cuando un joven Dáin Pie de Hierro mató a Azog. Sin embargo, no entraron otra vez en Khazad-dûm, porque temían al Daño de Durin.
Moria quedó otra vez desierta, aunque volvió a poblarse poco a poco de orcos, hasta el año 2989 de la Tercera Edad, cuando Balin y una hueste de Enanos de Erebor intentaron reconquistarla y se volvió a establecer un Reino en las Minas. Sin embargo, los enanos quedaron atrapados unos años más tarde entre el Guardián del Agua que moraba en la Puerta Oeste de Moria y un gran ejército orco que penetró por la Puerta Este. Todos los Enanos fueron muertos, Balin fue enterrado en la Cámara de Mazarbul y el Reino se disolvió. Era el 2994.
En agosto del 3018, después que Gollum escapara del reino de Thranduil, penetró en Moria por la puerta oriental y poco a poco la recorrió hasta dar con la puerta occidental, por la que no pudo salir, y allí aguardó.
El trece de enero del 3019 la Compañía del Anillo llega a la Puerta Oeste de Moria, y después de abrir la puerta con la palabra élfica Mellon y de luchar contra el Guardián del Agua, penetran en Moria. La Puerta Oeste es destruida. Gollum encuentra el rastro de la Compañía y los sigue a través de las Minas. El catorce de enero pasan la noche en la Sala Vigésimo Primera y el quince de enero Gandalf cae con el Balrog en el Puente de Durin, mientras que la Compañía huye por la puerta este. Ocho días Gandalf lucha con el Balrog en las profundidades más remotas de Moria, no exploradas por los enanos, y finalmente alcanza la Escalera Interminable hasta la Torre de Durin, donde vence a su enemigo el veintitrés de enero, lanzándolo contra la ladera del Cuerno de Plata, destruyendo con ello parte de ella y de la Escalera.
Y finalmente, Moria, que se sepa, no volvió a ser colonizada por nadie más en la Cuarta Edad.
Geográficamente, el reino enano de Khazad-dûm incluía Azanulbizar y los recintos dentro la montaña.
Las minas contenían multitud de galerías, “cuya vastedad y complejidad desafiaban la imaginación”. Se hallaban en las entrañas de tres imponentes montañas: Barazinbar, Zirak-zigil y Bundushatûr, en khuzdul, la lengua enana. Respectivamente, sus nombres en sindarin y oestron son: Caradhras, el Cuerno Rojo; Celebdil, el Cuerno de Plata; y Fanuidhol, el Monte Nuboso.
El Cuerno Rojo era el más elevado y septentrional, y el que albergaba las vetas de mithril. En el Atlas de la Tierra Media se aventura la posibilidad que el Celebdil estuviera al oeste del Lago Espejo, y el Fanuidhol al este, pues Tolkien no precisó este detalle en el mapa. En el Cuerno de Plata se encontraba la Escalera Interminable que conducía a la Torre de Durin, donde Gandalf venció finalmente al Balrog.
Al sur del Caradhras había un empinado y sinuoso sendero para cruzar las Montañas Nubladas: el Paso del Cuerno Rojo.
La ciudad élfica de Ost-in-Edhil en el país de Eregion, al oeste de Khazad-dûm, estaba comunicada con la Mansión por un camino que seguía el curso del río Sirannon y terminaba en las Grandes Puertas de Moria, o Puerta Oeste. Esta puerta daba a un terraplén alzado por donde el río caía en cascada. A finales de la Tercera Edad, sin embargo, el Sirannon fue embalsado justo delante de la Puerta Oeste, formando un lago en el que moraba el Guardián del Agua, y que solamente podía ser rodeado por un estrecho reborde. La Puerta Oeste tenía grabados símbolos élficos con ithildin, con emblemas de los noldor y los enanos.
Las minas, según Gandalf, tenían como mínimo cuarenta millas de longitud, contando desde la Puerta Oeste hasta la Puerta Este en línea recta. Había en ellas múltiples niveles y pisos de roca, y un laberinto de galerías y pasadizos. Solamente al entrar por la Puerta Oeste ya el camino se dividía en varios corredores que se perdían en la oscuridad. Empezando la travesía, y siguiendo la ruta de la Compañía, después de seguir el camino principal descendente durante un buen trecho, Gandalf llegó hasta un arco con tres pasadizos orientados al este: uno que subía, otro que bajaba y otro que continuaba al mismo nivel. Justo al lado del arco se abría una habitación, que era un puesto de guardia con un pozo. Según el Atlas de la Tierra Media, la habitación podría encontrarse a una profundidad de 1900 metros, pero ya que, después de la travesura de Pippin, se oyeron martillazos dentro del pozo muy por debajo de ellos, Karen Wynn Fonstad especula una profundidad máxima para las minas de 3800 metros.
El pasadizo que siguió la Compañía subía sin túneles laterales y trazando grandes curvas, para desembocar mucho después (ocho horas) en la Sala Vigésimo Primera del extremo norte, en el Séptimo Nivel, seis por encima de las Puertas. Esta sala, muy alta y sostenida por pilares descomunales, tenía bocas de acceso en los cuatro lados, siendo el occidental por el que entraron, y luego de una noche en el extremo más alejado, continuaron por el septentrional. De éste, procedía luz diurna que se filtraba por agujeros de las bóvedas, y los condujo hasta la Cámara de Mazarbul, o Cámara de los Registros, dónde encontraron la tumba de Balin y lucharon contra los uruks y el troll. En su huída salieron por la puerta este de la Cámara, bajando unas escaleras empinadas y siguiendo por una galería que llevaba hacia la “derecha y abajo” en dirección a las Grandes Puertas. Después de varios tramos de escaleras descendentes y de recorrer una milla o más, llegaron a la Segunda Sala del Primer Nivel, entrando por una boca de acceso septentrional a la misma, pero situada en su extremo oriental. Esta sala, mucho más grande que la Sala 21 del séptimo nivel, estaba bloqueada por una grieta en llamas. La Compañía se dirigió al este por el Puente de Durin, donde Gandalf luchó contra el Balrog. Mientras los demás miembros huían por un espacio de “no más de un cuarto de milla”, subían por una ancha escalinata que daba a la Primera Sala y salían afuera, Gandalf y el Balrgo cayeron muchos pisos, y luego lucharon por muchas galerías subterráneas, subieron por la Escalera Interminable y llegaron a la cima del Cuerno de Plata, en la Torre de Durin, donde Gandalf venció por fin a su enemigo.
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