La importancia de éste está documentada, puesto que es muy difícil llevar a cabo una partida sin uno. Pero... qué es ser Master, Director de Juego, Dungeon Master, Guardián de los Arcanos, Arbitro, Judge o cómo se llame?
Aunque cualquiera -casi- pueda ser Master, algunos requisitos previos son requeridos:
* Imaginación,
* Aptitud para improvisar,
* Fluidez narrativa,
* Cierta capacidad actoral.
Todos estos elementos ayudan al Master a pensar buenas aventuras, defenderse de las ideas de los jugadores (que siempre le encuentran la sexta pata al gato) y describir el mundo y las acciones de los PNJ (Personajes No Jugadores) de forma tal que se facilite la "suspensión de la incredulidad" que hace que los juegos de rol sean tan fascinantes. Frente a un mal Master, el mejor reglamento no sirve, y el más excitante módulo se torna aburrido. A la inversa, con un Master con recursos hasta una excursión del tipo VAYAN-Y-RESCATEN-A-LA-PRINCESA-DEL-MALO-EN-TURNO es memorable.
Una pregunta que les surge a los que recién se inician en el mundo del juego de rol es qué gracia tiene jugar con un tipo que puede matar a tu personaje con solo desearlo. Bien, evidentemente un Master arbitrario se quedará pronto sin jugadores, si se dedica a reventar PJ (Personajes Jugadores) indiscriminadamente, por lo que él tampoco tendrá diversión. Un Master debe ser, sobre todo, ecuánime. El no juega contra los jugadores sino con ellos, y si el Master se está divirtiendo pero los jugadores no, algo va mal. Como dice el manual de reglas de Paranoia (que, dicho sea esto, tiene la sección dedicada al Master más extensa de los juegos que conozco), en el momento en que te des cuenta de que algo así está pasando, "apaga tu brillante personalidad y deja que tus jugadores jueguen, que no todo es responsabilidad del Master".
Porque, en definitiva, los juegos de rol son eso, juegos y si los jugamos es para entretenernos y tener cosas de las que acordarnos cuando volvemos temprano a casa.
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